martes, 29 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio VIII y final

8) Experiencias en los finales (by GM Fernando Peralta)

Se estila estudiar menos finales porque la recompensa que brindan es menor a la preparación en las otras fases del juego. Tanto Fernando como yo creemos que eso es falso ya que con los ritmos abreviados de juego y el cansancio que genera una partida tras un par de horas de juego torna imprescindible una muy buena preparación en finales ya que se deben tomar decisiones generalmente con muy poco tiempo.
Como resalta Yusupov estudiar finales permite juzgar más fácilmente la posición, comprender el potencial de las piezas y la interacción entre ellas.
Hay que estudiar técnica y teoría de finales. Existen reglas y métodos de juego comunes que deben ser aprendidos para desempeñarse con dignidad en la última etapa de la partida.
Analizar profundamente finales difíciles es un muy buen ejercicio para progresar en este aspecto.
Reflexionar sobre finales tiene dos dificultades añadidas: a) en esta fase del juego hay obrar pocas piezas sobre el tablero y entonces hay que "hacer mucho con muy poco"; b) aquí las valoraciones aproximadas (+= por ejemplo) no sirven ya que uno quiere entender si el final se gana, se empata o se pierde. En síntesis: estamos obligados a ser profundos.
Sin dudas el análisis en finales precisa tener como horizonte una posición teórica que queremos alcanzar o evitar.
Hay finales típicos que merecen ser estudiados y a los cuales se deben adosar nuestros propios pensamientos para reforzar nuestra concepción general.
La gran pregunta cuando tenemos un final inferior es: ¿contraataque o defensa?. Una duda difícil de contestar con una regla general. Creo en lo particular que si su situación luce defendible tras el análisis entonces mejor la construcción de una fortaleza mediante una defensa pasiva pero si la tendencia que arroja el estudio del tablero es declinante será preferible iniciar ya una contragolpe activo. Otra vez el tema de entender la tendencia que ha de tener la posición es clave.
Hay que poner obstáculos en la defensa como lo mismo desde el lado inferior: resistir con el Bloque de las T citado en el capítulo 7.
Es normal que el bando fuerte realice largas maniobras antes de tomar decisiones importantes y hasta repita posiciones. Por su parte el bando débil no se debe desesperar.
Si quien quiere imponer una ventaja o el que desee salvar un final inferior no tiene idea de los finales teóricos entonces no tendrá una posición concreta (meta) a la cual arribar. Nuevamente con ésto Fernando recalca la importancia del estudio de los finales teóricos o exactos como los ha llamado Dvorestky.
Estudiar, analizar, jugarlos y volver a analizar son pasos vitales para mejorar los finales y la recompensa, por pocos juegos que sean, ha de ser muy gratificante.

Conclusiones generales

Hemos dado con mi amigo el Gran Maestro Fernando Peralta dos visiones de varios temas que hacen a la preparación de los jugadores para un torneo puntual pero principalmente para su crecimiento a largo plazo.
Queda claro que se necesita una guía para progresar pero el esfuerzo personal es primordial y las ansias de superación nos empujarán a lograrlo.
Ojalá estas ideas, recomendaciones, experiencias hayan sido y sean de utilidad para cada uno de los generosos lectores de nuestra obra. Muchas gracias a todos.

lunes, 28 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio VII

7) El universo de los finales (by Alejo de Dovitiis)

Se puede tener al final como un objetivo temprano en el juego pero lo normal es que provenga de un complejo o tranquilo medio juego.
También el final puede aparecer tras varias transiciones en el juego que finalmente desembocan en la última etapa de la partida.
Una tercera opción es que la última etapa de la partida aparezca en posiciones muy cerradas de medio juego, de maniobras lentas, donde uno de los bandos maneja ese momento como si se tratara de un final (por ejemplo desplazando su rey hacia el centro o hacia el otro flanco).
Un cuarto caso -habitual con piezas negras- es que se simplifique la posición para morigerar la iniciativa del adversario y buscar en el final la mejor chance práctica para arribar a la igualdad en la posición.
Otra hipótesis de paso al final es el denominado "cambio de ritmo": cuando un jugador tiene ataque, iniciativa y decide pasar el asunto a un final donde tiene otras ventajas que buscará imponer sin que su adversario tengas tantas chances de obtener contrajuego. Es una medida práctica y muchas veces inteligente ya que cambia el sentido de la batalla y exige una nueva postura a ambos contendientes aunque siempre la tiene más difícil quien ha de seguir en la postura defensiva.
Es de mencionar que quien orienta la partida hacia el final debería tener en claro o, por lo menos creerlo, cómo ha de planearlo.
Cuando se posee una gran técnica en finales y un profundo conocimiento de la teoría es más sencillo tomar el camino acertado. Las leyes de la teoría y los principios orientadores de la técnica ayudan mucho a la conducción de una etapa que, por existir pocas piezas sobre el tablero, se vuelve muy compleja.
Suelo decir que en el medio juego cada bando tiene de manera figurada un millón de dólares en recursos ya que hay muchas piezas actuando. En el final cada jugador tiene el equivalente a un dólar y con esos sólo debe arreglárselas. Por tanto, quien sea más sabio o más hábil ha de sacar mucha ventaja en este terreno.
Pasemos a reflexionar sobre una posible división de los finales de partida:
El final temático
Es aquel donde se presenta una estructura de peones típica y maniobras usuales de piezas. Es habitual que se de en variantes simplificadoras de determinadas aperturas (gambito de dama variante del cambio o Carlsbad por caso). En estos supuestos no hay excusa, si es que uno estudia esa línea de apertura, para no conocer los secretos de estos finales ya que forman parte de la naturaleza misma de ese esquema de juego.
El final sin patrones
Son situaciones atípicas, sin estructuras reconocidas y que deben ser descubiertos por el jugador en el tablero. Acá se ve la mano técnica del ajedrecista y sale a la luz su pensamiento esquemático (un ítem de suma relevancia en los finales).
Si el final presenta agudezas tácticas ha de ser imprescindible el cálculo concreto y el pensamiento profiláctico que intente reducir o evitar el contrajuego enemigo.
Aunque no existan patrones, en mayor o menor medida, jamás podrán dejarse totalmente de lado a los principios técnicos (por ejemplo: en el 95% de los casos los reyes deben activarse usualmente yendo hacia el centro del tablero).
El final con patrones falsos
Se trata de casos muy traicioneros donde lo normalmente bueno falla. Por eso, aún siguiendo los principios orientadores de la técnica finalística, ha de ser útil pensar si pudiere existir una falla o una mala valoración de lo que está aconteciendo. Es decir pensar sin preconceptos y buscando obtener una valoración rigurosa más allá de todo lo que nos puede servir para orientarnos en el manejo del final. Lo que los diferencia de los finales sin patrones es que aquí parece haber un camino correcto al alcance de la mano el cual termina siendo falso.
Los finales teóricos
La teoría ha estudiado determinados finales donde existen métodos tácticos para ganar posiciones superiores o en otros casos entablar posiciones inferiores. Esas secuencias lineales deben ser entendidas más que memorizadas para que la secuencia de movidas surja de la razón y que la memoria se base en la primera.
Hay que estudiar, entender y luego aplicar las leyes en los finales típicos.
En definitiva, tras estudiar y comprender habrá que transformar -como diría Rowson- el conocimiento en habilidad para ejecutarlo de manera perfecta. Para ello ha de servir jugar el final varias veces y con ambos colores.
En los finales atípicos ha de prevalecer el análisis de los mismos y el extraer ideas y maniobras para futuras ocasiones.
Mi experiencia en los finales me han llevado a esgrimir un esquema con tres puntos esenciales en la conducción de esta fase de la partida: el Bloque de las T.
1) Técnica: Se precisa conducir los finales con prolijidad y con pensamiento esquemático para poder tener suceso en el final del juego.
2) Tenacidad: Es un ingrediente foráneo al ajedrez que potencia todos los recursos técnicos y teóricos que se pueden poseer. Se emparenta con la garra. La tenacidad se pone a prueba en finales inferiores y se debe insistir en su uso para potenciarlo partida a partida.
3) Temple: Otro elemento exterior a los trebejos que se complementa con la tenacidad. Equivale a la paciencia, a la tranquilidad de espíritu que se requiere para conducir tediosos finales (sea para imponerlos o para resistirlos).
Esta trilogía de las T me parece esencial para jugar al menos decorosamente los finales desde el punto de vista práctico. Cualesquiera de los tipos de finales vistos precisa de estos tres elementos. La fe, la confianza aumentan las habilidades técnicas y teóricas que se puedan tener.
Los finales son un gran universo en los cuales nuestro telescopio ha de poder encontrar siempre un nuevo objeto que analizar.

sábado, 19 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio VI

6) El cálculo de variantes (by GM Fernando Peralta)

En todo proceso de decisión toman parte tres acciones:
a) cálculo de jugadas: se realiza para arribar a una posición que sí nos atrevemos a valorar;
b) la valoración de las posiciones: se lleva a cabo en todas las variantes que analizamos para luego compararlas y elegir la que mejor resultado nos ha dado;
c) las decisiones prácticas: acotan el proceso delimitando por intuición las jugadas a analizar.
El árbol de variantes de Kotov identifica jugadas e ideas candidatas y las analiza por separado. Él fue el primero en abordar seriamente el tema del cálculo de variantes y sistematizarlo.
Fernando explica que en el acto de analizar variantes influyen mucho las decisiones prácticas que delimitan las jugadas que se van a estudiar y las características personales del ajedrecista (por ejemplo: los jugadores que gustan de posiciones agudas comenzarán analizando las variantes agudas antes que las tranquilas).
Las selección de jugadas candidatas debe ser acotada ya que en teoría deberían identificarse en todas las posiciones que van surgiendo del análisis. En este paso es de vital importancia -y muy difícil de realizar- poder "podar el árbol" para que no se torne inmenso. Puede suceder que del análisis de las candidatas surja una nueva movida merecedora de entrar en semejante status, en ese caso, hay que redefinir los objetivos trazados en la valoración inicial, e incluirla en el proceso de pensamiento.
La cuestión es ¿qué rama podar primero?. Si un ajedrecista tiene una excelsa intuición posicional entonces le convendría comenzar el análisis por la movida que a priori considera la mejor. Si se autoevalúa como que esa capacidad no la tiene bien desarrollado la conviene empezar a analizar por la variantes más sencillas o las forzadas. Nuevamente acá se muestra lo primordial de conocer los puntos fuertes y débiles de uno mismo para ver que camino tomar al inicio del cálculo de variantes.
Por último Peralta resalta que sería aconsejable echar un vistazo superficial de dos o tres jugadas de profundidad a todas las jugadas candidatas para evitar perder tiempo en aquellas que no merecen la pena una mayor profundidad y sí dársela a aquellas que ciertamente lo merecen.
Me permito agregar dos consejos de Aagaard en su brillante libro Maestría en el cálculo:
1) Aprenda a mirar más y mejor el tablero antes de calcular para encontrar nuevas jugadas e ideas.
2) Solamente calcule en profundidad cuando la valoración de la posición así se lo pida.
En este inmenso e inagotable universo del cálculo mejorar nuestra performance será una señal contundente de nuestro progreso en el juego global.

jueves, 17 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio V

5) La conexión de la apertura con el medio juego y el final (by Alejo de Dovitiis)

La decisión de ingresar de manera temprana al final de partida puede ser una decisión psicológica (evitar complicaciones, eludir riesgos frente a un agudo adversario) o una medida práctica (transformar la ventaja o impedir un furioso ataque y buscar una mejor defensa en el final).
Hay aperturas donde dirigirse directo al final va con su naturaleza, en otros casos, se tratará de una meta personal del jugador.
Es normal que las negras busquen ingresar a un final aunque sea levemente inferior para morigerar la iniciativa que las blancas pudieren obtener en la apertura pero también puede acontecer que sea el blanco el que quiera "cambiar todo" para entrar a un temprano final donde apueste por su mejor técnica en la conducción de los finales.
Jugar a igualar primero con negras y después intentar el camino de la victoria sería como jugar a ganar en dos tiempos.
Mi experiencia personal me demuestra que es bueno meterse en finales y poner a prueba nuestra técnica para mejorarla, más allá del estudio de los grandes técnicos en finales, ya que la práctica hace mucho a la conducción de estos finales donde no hay una teoría, sino principios orientadores.
Ver y analizar la partida de ajedrez como un todo integrado es algo ideal que no siempre se puede conseguir, pero al menos tenerlo presente, es una buen plan de juego buscando la victoria aunque las sucesivas simplificaciones parezcan encaminar la batalla hacia las tablas.

martes, 15 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio IV

4) Las aperturas (By GM Fernando Peralta)
Las bases de datos aceleran el estudio de las aperturas pero no basta con la utilización de ellas solas.
Hay que buscar jugadores modelos y ordenar las variantes a estudiar de manera cronológica para ver su evolución en el tiempo y el por qué ciertas jugadas se han dejado de utilizar y otras al contrario han cobrado vigencia. Si un esquema ha caído en desuso se debe analizarlo para ver cuál ha sido la razón de tal hecho ¿moda o refutación? De todas formas el trabajo analítico siempre sirve aunque pueda ser que esa variante no se pueda implementar dada su peligrosidad.
Del análisis de los jugadores modelos con sus juegos ejemplares identifique lo importante: planes típicos, maniobras usuales, cambios de piezas favorables e inconvenientes, etc.
Fernando no es partidario de leer muchos libros de aperturas pero advierte que si no conocemos mucho de la variante a jugar pueden ser muy útiles, lo mismo que para identificar los jugadores modelos. Lo que él puntualiza que se deben leer con precaución, ya que puede haber errores o valoraciones que, sin ser equivocadas, no encajen en nuestro estilo.
Tenga mucho cuidado al elegir un orden preciso de movimientos con las transposiciones ya que si fuera transportado a otro esquema el cual estuviere fuera de su conocimiento ya estaría en problemas relevantes desde el comienzo del juego.
Recuerde que el desarrollo no es solamente mover las piezas hacia el centro sino que además queden coordinadas para desarrollar un plan conjunto en el medio juego.
No deje de usar la analogía para aplicar maniobras o ideas: allí reside buena parte de la importancia del estudio. Busque los puntos en común entre ambas posiciones y que diferencias hay entre ambas posiciones.
En aperturas agudas, donde uno debería estar muy bien preparado, sospeche si su rival juega con velocidad y extrema seguridad (más allá que podría estarnos engañando) sea cauto, analice sus amenazas y trate de evitar las máximas complicaciones a menos que su pensamiento lo indique que esa es su mejor chance práctica.
La practicidad a la hora de preparar aperturas y evitar o propiciar ciertos órdenes de movidas es primordial pero por sobre todas las cosas Fernando recalca tener en cuenta el estilo del jugador y el hecho de realizar un estudio pormenorizado de la variante objeto de estudio mediante una base de datos observando de manera cronológica su evolución no sólo en cuanto a resultados de blancas y negras sino también en cuanto a maniobras y cambios de piezas, llegar a eso, sería internarse y empezar a dominar la esencia de esa apertura.

jueves, 10 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio III

3) Pautas para el entrenamiento en las distintas fases del juego
Las fases de la partida de ajedrez se suelen trabajar por separado a menos que se esté analizando una apertura con medios juegos y finales típicos en cuyo caso conviene hacer una labor integrada.
Pasemos a cada una de las etapas del juego:

a) Entrenamiento en la apertura

¿Usted sabe cuál es su estilo de juego? Debería saberlo o aproximarse a ello.
Se puede tener un estilo ambicioso (usando líneas principales en pos de sacar ventaja en la apertura); conformista (sacar las piezas hacia el centro usando líneas tranquilas y empezar la batalla en el medio juego); sólido (buscar un buen desarrollo y una férrea formación de peones utilizando líneas principales de carácter clásico); arriesgado (intentar "matar o morir" jugando líneas muy agudas y temerarias). Podría intentar clasificarse dentro de otros tipos de estilos pero creo que estos cuatro engloban buena parte de la generalidad de estilos en la apertura.
Cuando ya tenga una idea de su estilo o de sus objetivos generales con blancas y con negras (que pueden diferir entre ambos colores) es hora de ponerse a trabajar en las aperturas.
En mi libro Pensar la apertura (Alvarez Castillo editor, 2005) describo un método de estudio de cinco pasos:
1) Breve estudio de las variantes principales (extrayendo de ello los jugadores y partidas modelos).
2) Análisis de planes y tácticas usuales (sacados del estudio de los juegos y jugadores modelos).
3) Profundización de los estudios téoricos (con bases de datos y enciclopedias pero ya teniendo en claro el porqué de muchas jugadas).
4) Práctica en partidas de entrenamiento de los esquemas (para testear las variantes y nuestra adaptación a las mismas)
5) Puesta en juego en un torneo (para cerrar el ciclo de preparación y lanzarse al ruedo).

b) Entremiento en el medio juego
Uno de los mejores métodos es estudiar posiciones, hacer cuadros posicionales con ellas y si se tienen partidas propias con ese tema anexarlas también aunque no hayan sido de gran calidad (para comparar como se ha desempeñado uno en ese tópico y qué debería mejorar). Otro es hacer playing out con las mismas (poner posiciones claves y jugarlas en partidas semirrápidas). Lo vital es ir armando un arsenal de ideas y maniobras y usar la analogía para poder aplicarlas a situaciones similares.

c) Entrenamiento en el final
Se precisa estudiar tanto teoría de finales como técnica. La primera requiere de un estudio razonado y sistematizado por piezas y la segunda aparte de analizar jugadores especialistas en esta modalidad (Smyslov, Karpov, Capablanca, Andersson etc) urge de animarse a probar nuestra técnica en partidas propias para cultivarla y mejorarla.

d) La preparación puntual de la partida
Es vital pero posterior a que usted se haya robustecido en los puntos anteriores.
Las bases de datos son de gran utilidad y agilidad para la búsqueda de información pero usted debe filtrarla y sacar sus propias conclusiones.
Intente sacar una radiografía global del adversario: sus aperturas, su forma de atacar y defender, si tiene o no apremios en el reloj, si duda a la hora de imponer ventajas etc etc. No centre todas sus reflexiones en las aperturas, eso es una parte, pero no la totalidad del reflejo de su contrincante. Además tenga en cuenta la situación particular que ambos viven en el torneo. Si su estudio va dando resultados durante el juego ¡mejor! de lo contrario ¡pare sus antenas y métase más en la partida!



domingo, 6 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio II

Ahora toca el turno de repasar un capítulo hecho por mi amigo Fernando, perdón el GM Fernando Peralta, ni más ni menos.
Siempre admiro -aparte de su nivel ajedrecístico- la rigurosidad en el análisis que posee.
Pasemos a pues a aprender de él:

2) El análisis de las propias partidas (by GM Fernando Peralta)

No se puede medir el grado de mejoría que reporta el análisis de las partidas propias pero todos los expertos coinciden en que hay un grado de progreso producido por tal trabajo.

Rowson dice que durante el juego la objetividad total es imposible y que a ella debería tenderse en el análisis posterior y riguroso de la partida pero Peralta afirma que es muy difícil ser objetivo en la reflexión de las partidas propias no solamente porque es "tu partida" sino porque cuesta separarse de los sentimientos que se tuvieron durante el desarrollo de la misma.
La labor imprescindible de analizar nuestras partidas desarrolla y mejora la capacidad analítica (a eso lo llamo tener opinión propia ante cualquier posición que se deba analizar o jugar).
Lo ideal es estudiar regularmente sus partidas y no dejar que pase el tiempo para que no se pierda la frescura de las ideas, variantes y sensaciones. Pero si no tiene tiempo, dado que tenga un ritmo vertiginoso de torneos, aunque sea anote en su base a la noche antes de dormir las principales variantes del juego, así por lo menos tendrá ya armada la columna vertebral de sus análisis cuando los haga en el futuro. Los módulos de análisis puede ser usados pero tras el trabajo individual, jamás antes, porque lo condicionarían a estudiar solamente las jugadas que prefiere el programa.
Según la posición se torna relevante analizar muchas variantes (posiciones agudas) y en otros casos basta una profunda evaluación con sólo algunas variantes (posiciones tranquilas) para adquirir certezas de lo sucedido.
Trate de tomar nota del tiempo empleado en cada jugada, cada cinco o diez pero puntualizando cuando haya analizado una en particular durante muchos minutos. Y en caso de tener profundas reflexiones piense la causa de las largas meditaciones: ¿no conocía la apertura? ¿lo han sorprendido? ¿no tenía idea de los medio juegos típicos de ese esquema? etc etc. Indagar en esas fallas será una buena forma de llegar al meollo del asunto.
Repasar viejos análisis tiene su utilidad para comparar viejas ideas y pensamientos con los nuevos y ver en que ha progresado uno y que aún sigue estancado.
Peralta dice que existen partidas con posiciones "malignas" donde uno creía estar mejor y jugó más o menos bien pero todo se esfumó tras algunas jugadas. Evidentemente o hubo un error en algún movimiento o la valoración favorable no era tal. En esta hipótesis recomienda comenzar a rever el juego desde un momento avanzado intentando aclarar la valoración para luego ir para atrás y profundizar el análisis. Realmente un consejo muy interesante y digno de ser probado.
Durante la partida realizar análisis muy largos pueden aumentar el margen de error, tras el juego es al revés, intente ser profundo aunque se equivoque.
Haga bases con sus partidas analizadas y cada tanto écheles un repaso para notar si se repiten los mismos tipos de yerros. En ese supuesto ya sabe para donde debe apuntar sus cañones.






sábado, 5 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio I

Introducción
El objetivo es repasar conceptos centrales del libro que tuve la suerte de escribir con el gran maestro argentino y amigo Fernando Peralta tras su obtención del campeonato argentino del 2006.
Estoy volviendo a estudiar ajedrez y considero a ésta una buena forma de sintetizar ideas fuertes.
Espero que la misión no sea solamente de utilidad para mi sino también para los lectores.
Comencemos con la empresa:

1) Metodología de entrenamiento (by Alejo de Dovitiis)
El ajedrez es un juego científico que contiene aspectos competitivos. Ambas facetas merecen desarrollarse en búsqueda de un progreso personal.
El profesor de ajedrez debe trabajar con mentalidad formativa e inculcarla en sus alumnos mientras que el entrenador realiza sus labores con mentalidad competitiva e irla desarrollando en sus entrenados.
El MI cubano y afamado entrenador Ramón Huertas dice que entrenamiento es el proceso por el cual el jugador genera autoinformación. Esa tarea en la mayoría de las veces requiere de un monitoreo brindado por un coach.
El entrenamiento para ser productivo debe cumplir con los siguientes requisitos:
a) Metódico: tener un método de labores.
b) Regular: trabajar en forma constante y no esporádica.
c) Intensivo: ser cada un día un poco más exigente desde lo cuantitativo.
d) Progresivo: ser cada jornada un poco más duro desde lo cualitativo.

El entrenamiento físico es imprescindible y se divide en cuatro componentes esenciales:
a) Respiración: para hacer fluir mejor la sangre hacia el cerebro y mantener más relajada a la persona.
b)Alimentación: para generar buena energía y facilitar el buen dormir.
c) Ejercicio físico: para relajar todos los músculos del cuerpo y "oxigenar la sangre".
d) Descanso: para recuperar la energía perdida y poder meditar sobre lo ya acontecido.

Aparte de ello debe haber un entrenamiento de la psiquis donde uno se plantee objetivos ambiciosos de progreso que no sean irrealizables además de detectar las fortalezas y debilidades con las que uno carga.
La mentalidad ganadora resulta vital y es un proceder proactivo en pos de la superación personal para obtener mejores resultados. Los grandes de cada deporte tienen una característica: ante momentos decisivos piensan y ejecutan (tienen temores, nervios como todos) pero no dudan ni dejan de tenerse fe.
En momentos claves de un torneo o de una partida se necesitan buenas dosis de tensión (activación positiva de la energía) y de confianza (fe en lo que uno está realizando). Con esos dos elementos se logra la tenacidad y para que ella realmente suceda en nuestro cuerpo y mente se debe amar la batalla y el desafío de la misma por encima del resultado que puede suceder.

miércoles, 2 de junio de 2010

7 Pecados Capitales. Acto VII

7) El pecado de la dispersión

La sensación de no estar controlando los acontecimientos de la partida es denominada por Rowson como dispersión. Ello puede darse por estar divagando, por ser dominado por los nervios o por caer víctima de recuerdos emocionales (ecos).
Lo que sucede es que perdemos el hilo del juego Nunn dice que eso para por llevar a cabo una evaluación imprecisa de una posición a otra. Es como un yerro residual que se comete en un momento pero que tendrá sus consecuencias en movidas posteriores.
La partida de ajedrez es muy tensa y podríamos perder durante parte de su desarrollo las facultades mentales racionales al ser dominadas por las emociones. Eso se denomina secuestros neurales y luego de pasar los jugadores tienden a no recordar lo que ha sucedido. Cuanto más curtidos estén sus nervios en estas lides menos han de acontecer estos episodios.
Ante la inminencia de una emergencia nuestro cerebro toma la riendas por nosotros y decide con lo cual se genera el secuestro neural. El miedo y la ansiedad entran en este aspecto y por ello tienen más probabilidades de darse en partidas de alta carga emotiva (como ser las decisivas). Por tanto: prepárese para lo inesperado. Hay que ir ejercitando la capacidad de mantenerse firmes ante el tablero pero eso no es fácil.
La transferencia de tensión es un rasgo típico de la dispersión ya que las jugadas se derivan de nuestra fragilidad emocional. Cuando la tensión crece el sistema nervioso puede clamar por un alivio y allí se pueden producir las debacles emocionales y por ende ajedrecísticas.
Los apuros de tiempo, aparte de por perfeccionismo, pueden suceder por dispersion.
Los apremios de reloj hacen que nos inclinemos a "viejas certezas" (jaques, capturas, seguridad del rey etc) y apenas vea que esto pasa trate de controlarlo.
Los blitz no se parecen mucho a los apuros de tiempo de partidas pensadas ya que en estas últimas hay acontecimientos anteriores mientras en los pingpones se toman decisiones frescas. Hay que mantener entonces un mínimo de evaluación consciente y buscar solamente ideas que luzcan efectivas en los apuros de tiempo.
Regule la atención en los apuros y solamente busque nuevas jugadas si tiene algo muy tentador, de lo contrario, manténgase en lo analizado y dele para adelante.
No se olvide del oponente: es una etapa muy intersubjetiva de la partida y su rival también le concederá oportunidades producto de no poder profundizar. Con poco tiempo todos somos falibles.
Los extravíos se generan cuando realiza varias movidas que por si mismas son lindas pero en conjunto no sirven de mucho. ¿Qué debo hacer? Debería anteponerse a ¿cómo lo debo hacer? Las pérdidas de atención ocurren cuando uno mira un poco de todo y mucho de nada. Contra ello sirve la planificación y el pensamiento esquemático. Evite caer en estados de pérdida que acontecen cuando tiene la sensación subjetiva de que la partida está cayendo fuera de su percepción.
Para no perder el hilo se le debe dar la misma entidad a nuestras jugadas y planes que a los rivales. Y dentro de esta temática tener presente que no siempre la línea más interesante es la más importante.
Es común que nos extraviemos luego de una secuencia de movidas que no era la esperada. Ante eso se debe ser flexible de pensamiento, tenerse fe y reconcentrarse en el asunto.
Poner su atención sobre temas específicos de la posición, aparte de un abordaje general, puede llevarlo a descubrir nuevas percepciones que en un vistazo genérico no saldrían a la luz.
La evaluación de ciertas posiciones se basa en preferencias inconscientes que provienen de recuerdos emocionales (si me hicieron un jaque mate con la máquina de dama y alfil seré cuidadoso ante esos temas en la próxima oportunidad que se presente). Esos son ecos que van quedando en el cerebro y que puede entorpecer el pensamiento en otro juego o en el mismo en fases posteriores.
La dispersión se origina en una deficiente concentración: es la falta de presencia mental en el aquí y el ahora. Veamos una pistas para combatirla:
Intente ser variado en sus pensamientos: indague en la estructura de peones, en los cambios de piezas (¿cuáles si, cuáles no?) y luego vuelva a calcular con esas ideas renovadas.
Pare de pensar y reconéctese desde el punto de vista de su oponente a ver que cosas nuevas le surgen como relevantes.
Sea equilibrado e identifique cuando debe concentrarse al máximo y cuando ello es innecesario. Si su rival dispone de muchas continuaciones tal vez sea en vano concentrarse a fondo.
Busque "zambullirse y salir" de profundas reflexiones teniendo sus descansos que son imprescindibles para su cerebro y su físico. Tal vez pararse no esté mal, siempre y cuando, tenga el tablero o ideas sobre su juego en su mente.
La concentración es una tarea dura pero posible y cada ser humano percibe cual es el punto o la forma en que mejor la obtiene.